Siempre admiré a las personas detallistas; aquellas que realizan las
tareas de manera casi perfecta. Son personas de buen gusto, que tienen
paciencia para volver a hacer un trabajo dos, tres o más veces si es
necesario; son las que sienten gran satisfacción cuando terminan un
proyecto.
En verdad, por más sencillo que sea el trabajo, debemos hacerlo de la
mejor manera posible. Si ponemos amor en aquello que hacemos, habrá una
diferencia muy grande en el producto de nuestro trabajo.
Una vez, un cantante famoso fue invitado a dar un concierto a
beneficio de los Veteranos de la Primera Guerra Mundial. El Presidente
de la Comisión que lo invitó, le dijo:

El cantante se sintió ofendido y respondió:
- No me contento con hacer menos de lo mejor que puedo hacer.
Es nuestro deber sacar el máximo provecho de nuestros dones y
oportunidades, y cumplir fielmente y de la mejor manera cualquier tarea,
sea grande o pequeña. Esperan que hagamos lo mejor, no
importa cuál sea la obra que tengamos entre manos.
Tú tienes la vida por delante. Colócate el propósito de realizar la mejor manera todo lo que te venga a las manos por hacer.
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