lunes, 29 de octubre de 2012
Sueños
Y así después de esperar tanto, un día como
cualquier otro decidí triunfar…decidí no esperar a las oportunidades sino yo
mismo buscarlas,decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una
solución,decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis,decidí
ver cada noche como un misterio a resolver,decidí ver cada día como una nueva
oportunidad de ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival no eran más
que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de
superarnos.
Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a
no ganar, descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui.,
Me dejó de importar quién ganara o perdiera; ahora
me importa simplemente saberme mejor que ayer.
Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino
jamás dejar de subir. Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el
derecho de llamar a alguien “Amigo”.
Descubrí que el amor es más que un simple estado de
enamoramiento, “el amor es una filosofía de vida”.
Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos
triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente; aprendí
que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.
Aquel día decidí cambiar tantas cosas… Aquel día
aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad.
Desde aquel día ya no duermo para descansar… ahora
simplemente duermo para soñar.
..(Walt Disney)
viernes, 26 de octubre de 2012
Una Buena Sonrisa
Peggy estaba nerviosa porque se acercaba la hora de
la cena en que ella y su esposo iba a ser los anfitriones. Era la primera vez
que tenían invitados para cenar después del nacimiento de su hijo Pete. Para
colmar la tensión Peggy, entre los invitados estaba el nuevo jefe de su esposo
Bill.
Percibiendo la tensión de sus padres, el bebé empezó
a ponerse irritado y nervioso, lo que le produjo más frustración a Peggy. En un
intento por consolar al pequeño, Peggy lo cargó y lo besó. Para su sorpresa, el
bebé se sonrió y se rió, era la primera risa genuina que escuchaba de su hijo.
En un instante, la noche tomó un curso totalmente
diferente. Peggy estuvo más calmada, así como su bebé. La cena fue todo un
éxito.
¿Puede la risa de un pequeño cambiar todo un día?
¡Sí! También lo puede la risa entre dos adultos o la risa provocada por el
recuerdo de algún suceso gracioso.
Cuando se sienta mucha tensión, no permita que
explote enojado. Tómese una rato, si lo necesita, y busque un motivo para reír…
¡y verá como la tensión se desvanece!
Una buena sonrisa es la luz de una casa.
El mendigo musical
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Ocurrió en París, en una calle céntrica aunque
secundaria. Este hombre, sucio, maloliente, tocaba un viejo violín.
Frente a él y sobre el suelo estaba su boina, con la
esperanza de que los transeúntes se apiadaran de su condición y le arrojaran
algunas monedas para llevar a casa.
El pobre hombre trataba de sacar una melodía, pero
era del todo imposible identificarla debido a lo desafinado del instrumento, y
a la forma displicente y aburrida con que tocaba ese violín.
Un famoso concertista, que junto con su esposa y
unos amigos salía de un teatro cercano, pasó frente al mendigo musical.
Todos arrugaron la cara al oír aquellos sonidos tan
discordantes. Y no pudieron menos que reír de buena gana.
La esposa le pidió, al concertista, que tocara algo.
El hombre echó una mirada a las pocas monedas en el interior de la boina del
mendigo, y decidió hacer algo.
Le solicitó el violín. Y el mendigo musical se lo
prestó con cierto recelo.
Lo primero que hizo el concertista fue afinar sus
cuerdas.
Y entonces, vigorosamente y con gran maestría
arrancó una melodía fascinante del viejo instrumento. Los amigos comenzaron a
aplaudir y los transeúntes comenzaron
a arremolinarse para ver el improvisado espectáculo.
Al escuchar la música, la gente de la cercana calle
principal acudió también y pronto había una pequeña multitud escuchando
arrobada el extraño concierto.
La boina se llenó no solamente de monedas, sino de
muchos billetes de todas las denominaciones. Mientras el maestro sacaba una
melodía tras otra, con tanta alegría.
El mendigo musical estaba aún más feliz de ver lo
que ocurría y no cesaba de dar saltos de contento y repetir orgulloso a todos:
“¡¡Ese es mi violín!! ¡¡Ese es mi violín!!”. Lo cual, por supuesto, era
rigurosamente cierto.
La vida nos da a todos “un violín”. Son nuestros
conocimientos, nuestras habilidades y nuestras actitudes. Y tenemos libertad absoluta
de tocar “ese violín” como nos plazca.
Sabemos que vivimos en libre albedrío, es decir, la
facultad de decidir lo que haremos de nuestra vida. Y esto, claro, es tanto un
maravilloso derecho, como una formidable responsabilidad.
Algunos, por pereza, ni siquiera afinan ese violín.
No perciben que en el mundo actual hay que prepararse, aprender, desarrollar
habilidades y mejorar constantemente actitudes si hemos de ejecutar un buen
concierto.
Pretenden una boina llena de dinero, y lo que
entregan es una discordante melodía que no gusta a nadie.
Esa es la gente que hace su trabajo de la forma:
“hay se va…”, Que piensa en términos de “me vale…”, y que cree que la humanidad
tiene la obligación de retribuirle su pésima ejecución, cubriendo sus necesidades.
Es la gente que piensa solamente en sus derechos,
pero no siente ninguna obligación de ganárselos.
La verdad, por dura que pueda parecernos, es otra.
Tú y yo, y cualquier otra persona, tenemos que
aprender tarde o temprano, que los mejores lugares son para aquellos que no
solamente afinan bien ese violín, sino que aprenden con el tiempo también a
tocarlo con maestría.
Por eso debemos de estar dispuestos a hacer bien
nuestro trabajo diario, sea cual sea. Y aspirar siempre a prepararnos para ser
capaces de realizar otras cosas que nos gustarían.
La historia está llena de ejemplos de gente que aún
con dificultades iniciales llegó a ser un concertista con ese violín que es la
vida. Y también, por desgracia, registra los casos de muchos otros, que
teniendo grandes oportunidades, decidieron con ese violín, ser mendigos
musicales.
LO NEGATIVO: Negarnos a afinar bien nuestro violín
de la vida. Y quejarnos de que la gente no disfrute la melodía que sacamos de
él.
LO POSITIVO: Comprender que, nos guste o no, solamente
prosperáremos si afinamos bien ese violín, y aprendemos a sacar de él las
mejores melodías.
miércoles, 24 de octubre de 2012
Palabras Positivas
Las palabras amables valen mucho y cuestan poco.
Decir palabras positivas toman menos energía que decir palabras negativas.
Las palabras positivas mejoran las relaciones, produciendo el descanso, el relajamiento, el rejuvenecimiento, el buen sueño, todo lo necesario para una buena salud.
Decir palabras positivas toman menos energía que decir palabras negativas.
Las palabras positivas mejoran las relaciones, produciendo el descanso, el relajamiento, el rejuvenecimiento, el buen sueño, todo lo necesario para una buena salud.
Reflexiones
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Este par de cerditos me habrían de causar muchos
dolores de cabeza, desde el día en que los llevaron a casa.
Los habíamos atado muy bien y metido en sacos de
transporte en la parte trasera de nuestra camioneta, estos lechones Houdini de
alguna manera lograron liberarse, saltaron de la camioneta, y echaron a correr
por las colinas.
Finalmente logramos llevar esas resbaladizas
criaturas a casa, pero sólo después de una dura búsqueda y persecución por el
bosque.
Lois y Clark eran aventureros lechones que pronto
aprendieron a escalar al techo de su casita para saltar fuera de la valla.
Automovilistas en la carretera cerca de nuestra casa frecuentemente reportaban
haber visto “dos cerdos salvajes” corriendo entre los carros y más de una vez,
recibí llamadas telefónicas de vecinos enojados que encontraron al par cavando
en sus jardines de flores.
Por lo general la única en casa cuando los cerdos
iban a “explorar” era yo, de modo que tenía que arreglármelas. ¿Cómo se puede
convencer a dos cerditos a que te sigan y se queden contigo? Se Requiere una
cubeta llena de queso cottage, cáscaras de manzana, y otros sobros de comida.
Una vez que L y C habían crecido su dieta habitual
ya no era la misma, ahora consistía en camiones de rancia panadería, natilla y
productos lácteos, y sobros de comida de los restaurantes locales. Mantener a
ese par de Cerdos alimentados era un gran trabajo. Lois y Clark comían mucho
por no decir demasiado – y usted se puede imaginar lo OTRO que también hacían –
Sí MUCHO.
El montón de estiércol se convirtió en una montaña
que permaneció en el campo y lo olvidé por mucho tiempo aún después de Lois y
Clark ya habían sido vendidos para convertirse en tocino y chuletas de cerdo en
algún congelador.
El verano siguiente, decidí plantar un huerto,
cariñosamente lo fertilicé, lo regué y le di el cuidado diario sólo para
descubrir al final de la temporada que mis preciadas hortalizas eran
insignificantes en comparación con los enormes tomates, pepinos, calabazas que
habían surgido justo en el otro lado del patio. Sí exactamente allí, donde estaba
la gran pila de estiércol.
¿Por qué te cuento todo esto, sobre cuidados a los
cerdos y el estiércol? Porque hay algo que aprender aquí.
La mayoría de la gente ha sentido el dolor de ver
destruidas sus esperanzas y sueños. Todos hemos sentido alguna vez que la vida
es una gran pila de estiércol!
Así que hay esperanza – incluso en la cima de la
pila de estiércol. Así como la basura en una pila de estiércol hizo crecer un
jardín en mi patio, la basura en nuestra vida puede producir cosas buenas, que
también nos ayuda a crecer.
Así que agarra una pala y empezar a cavar. Hay una
cosecha en el otro lado.
Marsha Jordan
La clave del fracaso
Es imposible tratar de agradar a todo el mundo
siempre. Cualquier persona que lleva una vida pública sabe que la gente es
inconstante. Una persona puede ser sumamente popular un día y al día siguiente,
pasar inadvertida. En el siguiente poema se describe una mejor manera
de vivir:
Existe un solo método para aprobar el examen de la vida: sigue luchando y espera lo mejor; no abandones el barco y deja de lado el abatimiento, aunque recibas golpes en vez de flores. Este mundo sería tedioso si todos cargáramos con las penas, si todos conserváramos esa visión. Así que termina tu tarea, haz gala de lo mejor de tus habilidades, Puede ser que a algunos no les guste, pero a otros sí. (Anónimo) |
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