¿DE QUÉ TIENES MIEDO?
Las oportunidades no son simples casualidades que dependan del azar
sino ocasiones excepcionales que deberíamos saber reconocer.
Deberíamos saber ver cuando se da ese momento en que la vida nos ofrece
la oportunidad de un comienzo, de un nuevo futuro reservado para
nosotros, pero sin embargo pocas veces nos damos cuenta de la
posibilidad de cambio que suponen. El vicio de la rutina aleja al ser
humano de buscar nuevos conceptos, de modificar sus cualidades,
haciéndolo víctima de su propia elección.
Las oportunidades de
mejora deberían ser siempre bienvenidas puesto que neutralizan el miedo
al cambio que nos aprisiona y nos hace inoperantes frente a las nuevas
conquistas. La vida nos reserva siempre una nueva oportunidad. Estemos
atentos y dispuestos para enfrentar los desafíos.
La única
certeza que tenemos en nuestra existencia es que un día vamos a morir.
Todo lo restante son apuestas y conjeturas y si vamos a evitar los
desconocido, estaremos todas nuestra vida completamente inmovilizados.
Siempre que nos veamos frente a una oportunidad debemos recordar que
cada acción y cada decisión constituyen un peldaño más en nuestra
evolución evolutiva aumentando de este modo nuestra responsabilidad para
con el mundo que nos rodea, y nuestro acercamiento al bienestar.
Incluso un fracaso debe ser tomado como un aprendizaje para que no nos
llegue a inmovilizar para dar nuevos pasos.
La mayor parte del
tiempo caemos en su trampa porque no percibimos los movimientos de
quien será nuestro mayor enemigo mientras le permitamos permanecer
invisible: el miedo.
El miedo a la incomodidad impide la evolución;
El miedo a arriesgar impide la ocasión de vencer;
El miedo a la verdad nos conduce al mundo de las mentiras;
El miedo a perder nos impide ganar;
El miedo a sonreír impide la dicha;
El miedo a llorar impide abrir ell corazón;
El miedo a arrepentirse impide la oportunidad de intentar;
El miedo a la enfermedad impide disfrutar de la salud
El miedo a la maldad es la falta de fe en el orden del universo y en el propio instinto,
El miedo a morir impide vivir plenamente.
Observa ahora cuantas veces el miedo se disfraza para engañarte y comienza a eludir sus trampas:
Esto no es para mí
Me resulta difícil
Me cuesta decidirme
Esto es mucho para mi
No soy capaz
Me van a decir que no
No me van a alcanzar las fuerzas
No me atrevo
No entiendo
Lo dejo para después
No voy a lograrlo
Estoy cansado
Las circunstancias no me lo permiten
No tengo tiempo
Mejor lo pienso un poco más
No puedo comprometerme
Ya veremos
Ahora ya puedes comenzar a mirarle desde fuera, como si fuera un niño un poco trasto.
En el momento en que se sienta descubierto...sencillamente desaparecerá.
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