Lily, una Super Cachorra de raza Gran
Danés, perdió la vista a sus cortos 18 meses de vida debido a una
extraña enfermedad que le provocaba un crecimiento excesivo de las
pestañas causando roce con los globos oculares. Esta condición llevó a
los médicos a decidir remover sus ojos para evitar el dolor extremo que
padecía. Tras la operación, Lily perdió el entusiasmo, el apetito y las
ganas de seguir. Cayó en depresión y pérdida de peso severa.
Un día Lily se levantó para darse cuenta
de que su pequeña compañera Maddison (otra Gran Danés), estaba dispuesta
a apoyarla para superar cualquier obstáculo.
Maddison se convirtió en su inseparable
amiga, confidente y guía. Lily recuperó el ánimo y el entusiasmo por
vivir. Gracias a la compañía de Maddison, Lily es nuevamente una Super
Cachorra sana y feliz.
Los perros nos enseñan grandes lecciones
de vida y con esta historia aprendemos que no hay obstáculos que no se
puedan vencer, que no hay condición que no pueda ser superada y que el
amor hace milagros. Un perro que pierde la vista puede caer en
depresión… sin embargo eso será pasajero porque un Super Cachorro no
depende de su visión para vivir, jugar y ser feliz. Si te interesa saber
cómo puedes ayudar y comunicarte con un perro ciego, checa este enlace:
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