¿Se ha detenido alguna vez para pensar en el ser humano sorprendente, excepcional y sobresaliente que somos?
De toda la gente que alguna vez vivió en este planeta, ni uno de
ellos fue exactamente como nosotros. Ninguno que vivió antes tuvo las
habilidades, límites, talentos, apariencia, felicidad, tristezas,
oportunidades, cargas y posibilidades que tenemos nosotros.
Nadie puede hablar nuestras palabras. Nadie puede derramar nuestras
lágrimas. Nadie puede impartir nuestra alegría y gozo ni expresar
nuestra sonrisa. Nadie puede impactar como nosotros el corazón de
otros. Nadie puede tomar nuestro lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario