Una noche lluviosa, Kristen Kelly rescató a Casey una Super
Cachorra abandonada que vagaba por la zona rural del condado de Jackson
en el estado de Oklahoma (Estados Unidos). Cuando Kelly la rescató,
Casey estaba delgada, asustada y con un moretón en el abdomen que le
causaba un gran dolor.
Tras recuperarse, apareció Oleta la madre de Kelly, pidiendo que
Casey fuera a vivir con ella. Al principio Kristen Kelly pensó que su
madre no podría hacerse cargo de un perro tan enérgico. Por supuesto no
sabía que entre la anciana y la perra existiría un vinculo especial
destinado a concretarse. La Super Cachorra Casey se instaló en casa de
Oleta. A los pocos días parecía que la perra llevaba años viviendo con
ella, encajaba perfecto en el vecindario, con las personas y por
supuesto con su nueva familia: Oleta.
Un día de marzo del año 2011, Oleta fue trasladada de emergencia al
hospital después de sufrir un derrame cerebral. Después del incidente,
Casey tuvo que ir a vivir a la granja de Kelly. Con frecuencia iban
juntas a visitar a Oleta a la ciudad (quien se encontraba en un asilo de
cuidados especiales). Pero en el mes de agosto del mismo año, la
familia se fue una semana entera, dejando a Casey a cargo de un amigo
que vivía cerca de la granja. A los tres días de su partida, recibieron
una llamada del amigo encargado de cuidar a Casey diciendo que la Super
Cachorra había escapado.
Preocupados, regresaron para buscar al perro… buscaron por semanas
pero desgraciadamente Casey no apareció por ningún lado. Después de la
fallida búsqueda, finalmente decidieron contarle a Oleta que Casey había
desaparecido. El corazón de Oleta se destrozó al escuchar la noticia y
perdió esperanza en todo.
La noche del 19 de Septiembre de 2011, un voluntario del asilo vió a
un pequeño perro tratando de entrar al edificio. El perro se le hizo muy
familiar, pero debido al sucio y delgado aspecto que tenía, no lo pudo
reconocer. Al día siguiente el marido de Kelly fue al asilo a visitar a
Oleta, el voluntario le comentó sobre el visitante perruno que había
visto. No estaba seguro de que se tratara de Casey, ya que habían pasado
mas de 50 días de su desaparición y la distancia del asilo a la granja
eran más de 11 kilómetros. El marido de Kelly pidió al asilo que si
veían de nuevo al perro, por favor le hicieran saber a Oleta y a la
familia.
Al día siguiente el perro regresó y sorpresivamente ¡se trataba de Casey!
Al día siguiente el perro regresó y sorpresivamente ¡se trataba de Casey!
El reencuentro fue inexplicable, pues el amor, la memoria y el gran olfato de Casey la lograron devolver a los brazos de Oleta.
Ahora la Super Cachorra vive de nuevo en la granja con la familia, ha
recuperado su peso y energía. En cuanto a Oleta, cada semana van a
visitarla y a sus 91 años espera festejar más cumpleaños junto a su
mejor amiga ¡Casey!
Fuente : Super Cachorros® 2012
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