Cierto día, un profesor entra al salón de clases y le dice a los
alumnos que se preparen para una prueba sorpresa. Todos se pusieron
nerviosos mientras el profesor iba entregando la hoja del examen con la
parte frontal para abajo, de modo que no vieran lo que contenía hasta
que él explicara en qué consistía la prueba.
-Una vez que entregó todas las hojas, les pidió que las dieran vuelta
y miraran el contenido. Para sorpresa de todos, era una hoja en blanco
que tenía en el medio un punto negro. Viendo la cara de sorpresa de
todos sus alumnos, el profesor les dijo: ahora van a escribir una
redacción sobre lo que están viendo.
Todos los jóvenes,
confundidos, se pusieron a pensar y a escribir sobre lo que veían.
Terminado el tiempo, el maestro recogió las hojas, las colocó en el
frente del escritorio y comenzó a leer las redacciones en voz alta.
Todas, sin excepción se referían al punto negro de diferentes maneras.
Terminada la lectura, el profesor comenzó a hablar de la siguiente manera:
- Este examen no es para darles una nota, les servirá como lección de
vida. Nadie habló de la hoja en blanco, todos centraron su atención en
el punto negro. Esto mismo pasa en nuestra vida, en ella tenemos una
hoja en blanco entera, para ver y aprovechar, pero nos centramos en los
puntos negros.
La vida es un regalo de la naturaleza, nos es
dada con cariño y amor, siempre tenemos sobrados motivos para festejar,
por nuestra familia, por los amigos que nos apoyan, por el empleo que
nos da el sustento, por los milagros que nos suceden diariamente, y no
obstante insistimos en mirar el punto negro, ya sea el problema de salud
que nos afecta, la falta de dinero, la difícil relación con un
familiar, o la decepción con un amigo.
Los puntos negros son
mínimos en comparación con todo lo que diariamente obtenemos, pero ellos
ocupan nuestra mente en todo momento. Saca tu atención de los puntos
negros, aprovecha cada momento y SÉ FELIZ.
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