lunes, 20 de agosto de 2012

Los amigos son joyas preciosas

Una niña tenía muy mal carácter y con frecuencia se enfadaba con sus amiguitos. Un día, su padre le dio una bolsa de clavos y le ordenó que, cada vez que perdiera la calma, clavara uno en la cerca de la casa.

El primer día, la niña clavó 25 clavos. Con el paso de los días, fue calmándose y descubrió que era más fácil controlar su carácter que martillear clavos en la cerca. Finalmente llegó un día en que la chica no perdió la calma y se lo dijo a su padre. Éste la felicitó, y le sugirió que por cada nuevo día que controlara su carácter arrancara un clavo de la cerca.

Los días pasaron y la jovencita, finalmente, le dijo a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca. Entonces el padre llevó a su hija hasta la cerca y le dijo:

-Hija, has hecho bien. Fíjate ahora en cuántos agujeros hay en la cerca. Cuando dices o haces algo con rabia dejas una cicatriz, como este agujero. No importa cuantas veces pidas perdón, la herida esta allí y es igual de grave que una herida de las que se ven. Los amigos son joyas a las que debes valorar, ellos te sonríen y te animan a mejorar, te escuchan y siempre tienen su corazón abierto para recibirle. La felicidad no consiste en hacer siempre lo que quieras, si no en querer siempre lo que haces.

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